Princesa del Universo - Cuento Concurso Grupo 23 - Ricardo Romero

Grupo Veintitres 

Ricardo Romero


Un rayo, dos, tres, muchos; que se aproximan desde el horizonte. Retumban sus truenos. Parece una tormenta que esconde el día.
De repente, la noche; oscuridad plena que destella con hilos de luz que se pierden en el cielo, puentes que unen con la tierra.
Parecía un presagio Maya, un Apocalipsis religioso de una nueva era. Un cambio de ciclo del devenir del día y de la noche.
De repente, irrumpió de la nada, entre el caos de esa tormenta. Estaba allí, con su mágica presencia. Imponente y segura: Irasy.
El Sol, se interpuso nuevamente, las tinieblas se disiparon, el orden se contrapuso al caos, nuevamente, la primavera volvió.

Y si bien la naturaleza se imponía con el verde de sus hojas y los colores de sus flores, nada era igual. Todo había cambiado.
Tranquilidad, paz y armonía, se sentía en ese espacio, que ahora se inundaba de silencio y dejaba su belleza en ese paisaje.
Irasy se imponía en el tiempo, recuperando la vida, el sentido de los días, el vínculo con el Sol, las estrellas y el Universo.  
Un tranquilo respiro que conectaba los nuevos aromas de las flores, con una suave brisa que acompañaba el vuelo de las mariposas.
Con esta primavera, volvió el cantar de los pájaros y el jugar de los animales. Toda la naturaleza a pleno vive una nueva era.

Mientras todos pensaban en el fin del mundo, irrumpía uno nuevo donde ahora estaba todo cambiado. Nada es lo que era antes.
Irasy llegó para consagrar su obra, plasmar su era, marcar su tiempo. Ahora, Princesa del Universo llegó para reinar el destino.
Esa leyenda se cumplió, Irasy vino a defender la naturaleza, como presagio del destino, el Universo ahora estaba en la cuenca.
Un río, que se inserta en el continente, se ramifica entre sus tierras y los vincula con el mar. Punto sagrado de la vida.
Ahora, bajo el fuego rector de Irasy, la luz se daba en el día y la oscuridad en la noche, con el brillar de las estrellas.

Irasy, la Princesa del Universo, le demostraba al mundo que el movimiento de los astros rige el tiempo, y que es infinito.
Que el fuego imprudente de los mortales no frena el movimiento del Universo, y que éste se impone constantemente.
Porque la Tierra rota, los planetas giran, el sol ilumina y las estrellas brillan, todo sigue su curso, nada cambia, se mueve.
Irasy vino a imponer su reinado ante quienes quisieron conquistar el mundo. Ahora los tiempos son nuevamente tiempos.
Ahora las guerras, el hambre y las penurias se reemplazan por la paz, la inclusión y la felicidad. Sin duda, una nueva era.

Todos pensaban que 2012 era el fin del mundo, que se agotaba la vida, que el planeta perdería su existencia. Pero, todo esta.
Nada había cambiado. Los jilgueros cantaban, las aguas irrumpían con sus correr en el sereno silencio de la naturaleza.
La simbiósis del todo en un ecosistema que ahora se regía por Irasy, que le devolvío la vida al mundo.
Justo en ese momento, un inmenso arco iris se reflejaba en el horizonte, unía el cielo y la tierra con un hilo multicolor.
Ante tanta belleza, la humanidad claudicó. Ahora tomó conciencia de su esencia y del poder de Irasy para salvar su mundo.

 Así, el año 1 del 1 del 1 de la era Irasy comenzó su tiempo. Minuto a minuto todo se re descubría.
 Y en ese instante, donde todo comenzaba, un ser vivo se preguntaba: dónde están los humanos?
 No están más, respondió un ser de su misma especie, Irasy no los tomó en cuenta, le comentó a su par.
En serio?, se sorprendió el amigo, pero si ellos querían gobernar el mundo!


Parece que no pudieron, le contestó, incluso ahora no están, Irasy los castigó, por no cuidar su planeta y no respetar el Universo.
Y ahora?, preguntó sorprendido su amigo, quién gobierna el mundo?, ampliaba la consulta, un poco triste un poco angustiado.

Nadie, respondió, simplemento somos iguales todas las especies. Se acabó la dictadura humana, ahora somos todos libres, sentenció.
Viva!!!, festejaron ambos. No más chimeneas, no más contaminación. No más guerras, no más destrucción. Viva!!!, Gracias Irasy, gritaron.


Y esa corriente de alegría se propagó hacia todos los seres vivos del planeta. Todos habían sidos liberados de la humanidad.
Era todo jolgorio y algarabía, todos disfrutando la nueva era. Ya no más autos humeantes y chimeneas fumando. No más contaminación.
Quién lo hubiera pensado, la humanidad se extinguió, reflexionó uno de ellos. Esa soberbia por controlar la naturaleza los mató.
Es verdad, Irasy reestableció el orden del Universo y ahora todo vuelve a ser como era. La naturaleza lo es todo.

En el horizonte, se divisaba un largo camino que serpenteante se perdía en el ocaso, casi marcando el fin de un día.


  Era la primera noche de esta nueva era, donde las estrellas repetían su recorrido en el cielo y la Luna en una nueva fase.

Ahora sólo restaba descansar, recuperar fuerzas para un nuevo día, que seguro comenzará, porque ahora reina Irasy.


Al amanecer, nuevamente el Sol impuso la luz y un día comenzó. De repente, en ese camino, se divisaba gente caminando.

Una muchedumbre, perdida, confundida, que caminaba a lo largo de un gran camino, mirando todo, sin saber qué pasó.
Eran humanos que lograron ingresar a la nueva era. Una colectividad que había jurado fidelidad a Irasy y ella los dejó.
De ahora en más, eran unos seres vivos más que estaban recorriendo el planeta que comenzó con la era Irasy.

Cómo llegaron aquí, preguntó un ser vivo a los humanos. Por el asteroide Anadiego que nos guió por el Universo, respondieron.
Serán bienvenidos si respetan esta nueva era, increparon los seres vivos a estos humanos. Sin duda respondieron ellos.
Así, Irasy dejó a estos humanos, que lograron guiarse por el Universo y encontrar el nuevo planeta, a vivir en esta nueva era.

Y estos humanos no entendían nada ya no había celulares, televisores o notebooks!. Uno giraba loco queriendo mandar un twitt.
Otro no entendía su desnudez. Qué era lo que había pasado, se preguntaban. Ahora eran libres de sus inhibiciones.
Ahora los humanos eran unos más en la naturaleza. Tenían que adaptarse sin los seis mil once años de avance del conocimiento.


En ese momento, el Sol se perdía en el horizonte y la Luna imponía una nueva noche. Llegada esta hora solo resta resta descanzar.
Y así, las estrellas se desplazaban en el cielo y avanzaba el tiempo acercándose un nuevo día. Todo era paz.

Mientras unos rayos de luz marcaban el comienzo de un nuevo día, todo estaba de nuevo, de repente ya no era lo que era.
Irasy parecía no es estar, que se había ido en silencio, contrapuesto a su furiosa irrupción. La nueva era parecía desavanecerse..

Buscaban el arco iris, las brisas, los pájaros, los manantiales, la naturaleza a pleno que ya no estaba. Qué había pasado?.

Simplemente eso, Irasy vino y se fue, la Princesa del Universo pasó por el planeta, mostró la utopía y dejó su legado.


Irasy, dónde estas?, se preguntaban los seres que habian disfrutado de una era nueva. Qué pasó, cómo te fuiste?.
Fue solo un sueño, un momento para volver a vivir, pero cabe recordar que no existe sueño imposible de soñar, respondió Irasy.

Y de eso se trataba, de un sueño, donde la Princesa del Universo nos mostró un nuevo planeta, donde la naturaleza vive.
Fue Irasy quien se presentó con un mundo para todos los seres vivos y le mostró a los humanos su decadencia.
Ahora, cuando todo volvió, es bueno para los humanos pensar en Irasy, simplemente para vivir y ser feliz.

Entonces, los humanos se preguntaron: Qué pasó?, qué significa ese sueño?, Qué nos vino a decir Irasy?.
Era un interrogante, la contraposición de un mundo que se consumía con la depredación del mundo por la civilización humana.
Ahora tenían la lección de Irasy, un legado para pensar el futuro, para cuidar el mundo. Ahora los humanos tenían que vivir.
Simplemente, porque la vida es y será siempre, más allá de los humanos. Solo resta seguir viviendo.

 Y esta fue la leyenda le dijo una abuela a su nieta, mientras concluyendo el cuento de la Princesa del Universo.
 De aquí en más, enfatizó la anciana, los humanos vivirán por siempre amigados con la naturaleza.
 Ya no se destruirá el planeta, sino que lo cuidará, lo respetará, lo amará.
 Mi querida nieta, seguramente tus hijos vivirán una vida linda de vivir, terminó la abuela.
 Y eso se lo debemos, simplemente a Irasy, la princesa del Universo, concluyó mirando al cielo.


Y esa nieta, que había recibido de su abuela la leyenda sobre Irasy, comprendió que la vida hay que vivirla cuidando la vida.


Ella sabe que de norte a sur, de este a oeste y de zenit a nadir; el reinado de Isary estará presente por siempre.

Con su leyenda, con sus enseñanzas, con su imperio. Así, este cuento, ha terminado.

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